Sacyr Agua riega el Norte de Chile con reúso y desalación
Sacyr en el Norte de Chile
Inversión conjunta > $600 Millones USD
Desaladora de Coquimbo
Seguridad Hídrica para Consumo Humano
Impacto del Proyecto
La primera planta desaladora concesionada de Chile. Solución estructural ante la sequía en el norte chico, garantizando el abastecimiento independiente del clima.
- Abastecimiento para La Serena, Coquimbo y Ovalle.
- Incluye estaciones de bombeo de alta eficiencia.
- Estanque de regulación estratégico.
- Modelo de concesión pionero en la región.
Infraestructura Clave
Ósmosis Inversa
La Serena - Coquimbo - Ovalle
Reúso en Antofagasta
Economía Circular para la Minería
Impacto del Proyecto
Transformación de un pasivo ambiental en un activo estratégico. Las aguas servidas dejan de verterse al mar para ser tratadas y reutilizadas en la industria.
Ingeniería de Transporte
Sistema 1: Transporte Urbano
14 km de conducción. Uso de microtunelación (MTBM) en zona urbana densa.
Sistema 2: Nueva PTAS
Planta en Salar del Carmen con estanque de 2.000 m³.
Sistema 3: Sector La Negra
26,7 km de impulsión hacia el polo industrial (ej. SQM).
Sistema 4: Mantos Blancos
26,6 km con elevación compleja (140m+) hacia minería.
Sacyr Agua culmina un año decisivo afianzando su posición en el mercado hídrico latinoamericano tras la adjudicación de dos de los proyectos de infraestructura más estratégicos para el norte de Chile. La multinacional española ha logrado cerrar 2025 con hitos que prometen cambiar la faz de una de las zonas más áridas del planeta, combinando soluciones de desalación para el consumo humano y avanzados sistemas de reúso de aguas residuales para la industria minera. Esta doble apuesta refuerza su cartera de concesiones mientras que marca un punto de inflexión en la gestión de recursos hídricos bajo un modelo de sostenibilidad y economía circular que movilizará una inversión conjunta superior a los 600 millones de dólares.
La presencia de Sacyr en Chile, que data de 1996, ha evolucionado desde la construcción de infraestructuras viales y hospitalarias hasta convertirse en un actor clave en el ciclo integral del agua. Con operaciones en 14 de las 16 regiones del país, la compañía ha reafirmado su compromiso con el desarrollo sostenible en el territorio andino mediante la adjudicación de la primera planta desaladora concesionada de Chile en la región de Coquimbo y el avance de una pionera planta de tratamiento y reúso en Antofagasta. Ambos proyectos representan un cambio de paradigma hacia la resiliencia hídrica y consolidan el liderazgo de la empresa en la gestión de recursos no convencionales.
Desalación en Coquimbo
El pasado 17 de noviembre de 2025 marcó un punto de inflexión para la infraestructura sanitaria chilena, fecha en la que Sacyr Agua fue seleccionada para adjudicarse la concesión del diseño, financiación, construcción y operación de la nueva desaladora de Coquimbo. Esta obra, impulsada por la Dirección General de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas (MOP), surge como una respuesta estructural y urgente ante la sequía crónica que ha afectado los valles transversales del norte chico durante más de una década, perfilándose como la solución definitiva para garantizar el abastecimiento de la zona.
El proyecto contempla una inversión estimada cercana a los 318 millones de dólares y ha sido diseñado con una visión de largo plazo para beneficiar directamente a más de 540.000 personas. La planta tendrá una capacidad inicial de producción de 800 litros por segundo, aunque la ingeniería base contempla la flexibilidad técnica necesaria para una futura ampliación que podría elevar el caudal hasta los 1.200 litros por segundo si la demanda poblacional o industrial así lo requiriese.
La magnitud de la obra trasciende la simple instalación de una planta de ósmosis inversa. El contrato incluye el despliegue de una compleja red de impulsión de agua desalada que se extenderá por aproximadamente 60 kilómetros, una arteria vital diseñada para conectar la costa con los centros urbanos del interior. Para vencer la desafiante orografía de la zona y llevar el recurso vital a las comunas de La Serena, Coquimbo y Ovalle, se implementarán múltiples estaciones de bombeo de alta eficiencia y un estanque de regulación estratégico que asegurarán una distribución continua y segura. Esta infraestructura se convierte así en la primera planta desaladora destinada prioritariamente al consumo humano bajo el modelo de concesiones en la región, otorgando a estas comunidades una independencia hídrica sin precedentes frente a la variabilidad climática y los ciclos pluviométricos que históricamente han condicionado su desarrollo.
Revolución circular en Antofagasta
Más al norte, en la capital minera del mundo, Sacyr Agua avanza con una iniciativa que materializa los principios de la economía circular mediante el proyecto de reúso de aguas residuales en Antofagasta. Según los detalles técnicos expuestos por la dirección internacional de operaciones de la compañía, esta iniciativa busca transformar un pasivo ambiental —el vertido de aguas servidas— en un activo estratégico fundamental para la continuidad operativa de la gran minería.
El proyecto considera una inversión prevista de 290 millones de dólares bajo un contrato de concesión a 35 años y tiene como eje central la construcción de una nueva Planta de Tratamiento de Aguas Servidas (PTAS) en el sector Salar del Carmen. Esta instalación tendrá una capacidad de tratamiento de 900 litros por segundo y su entrada en operación está proyectada para abril del año 2028. Sin embargo, la complejidad del proyecto reside en su ingeniería de transporte, dividida en cuatro sistemas interconectados que atraviesan la trama urbana y el desierto.
La innovación principal radica en el cambio de destino de las aguas servidas. Lo que anteriormente se vertía al mar mediante un emisario submarino, ahora será captado en origen. El denominado Sistema 1 se encargará de transportar el agua pretratada desde la zona costera urbana hasta la nueva planta. Este tramo de 14 kilómetros presenta desafíos constructivos mayores, por lo que Sacyr implementará tecnología de microtunelación (MTBM) en los 4,7 kilómetros que atraviesan la zona densamente poblada, minimizando el impacto en la superficie, mientras que los 8,8 kilómetros restantes se ejecutarán mediante zanja abierta paralela a la Ruta 26.
Una vez en la nueva planta del Salar del Carmen (Sistema 2), el agua será sometida a procesos avanzados de tratamiento y almacenada en un estanque reacondicionado con capacidad de 2.000 metros cúbicos. Desde este punto neurálgico, el proyecto despliega su red de distribución dual para uso industrial. El Sistema 3 contempla una conducción de 26,7 kilómetros que llevará el recurso regenerado hacia el sector industrial de La Negra, abasteciendo a gigantes del sector como SQM, apoyado por una estación de bombeo "booster" para garantizar la presión de llegada.
Paralelamente, el Sistema 4 proyecta una línea de longitud similar (26,6 kilómetros) para transportar el agua hacia el sector de Mantos Blancos. Este tramo es particularmente exigente en términos energéticos, requiriendo dos estaciones elevadoras principales para superar desniveles geográficos significativos, con alturas de elevación (He) de 123 metros y 143 metros respectivamente, finalizando en un estanque de acumulación de 2.000 metros cúbicos.
Con estas dos intervenciones masivas, Sacyr Agua establece un modelo replicable de alianza público-privada. La combinación de desalación para la seguridad de la población y reúso para la sostenibilidad de la industria permite liberar fuentes de agua dulce continentales y cerrar el ciclo del agua. Este enfoque integral asegura que el desarrollo del norte chileno no se detenga ante la adversidad del desierto.