América Latina reclama su espacio en un mercado hídrico global en expansión

El Mercado del Agua 2025

Análisis de crecimiento global y oportunidades regionales

Proyección Global 2025

>5.5 M m³/día Adjudicados Previsión Capacidad Desalación Contratada (2025)
>200 M m³/día Acumulados Capacidad Instalada Global de Reúso
39% Financiación Privada Proyectos bajo modelos PPP desde 2019

Foco: América Latina

220.000 m³/día Nuevos Nueva capacidad de desalación adjudicada (2024-25)
9.4 M m³/día Reúso Capacidad instalada total en la región
$2.500 M Inversión CAF Objetivo Economía Azul para 2030

Capacidad Global Contratada 2025 (Estimada)

Reúso de Agua 235.19 Millones m³/d
Líder
Desalinización 120.16 Millones m³/d
En crecimiento

El reúso continúa liderando en volumen total contratado, impulsado por la agricultura y la industria, mientras la desalinización se consolida como fuente crítica para suministro potable.

Fuente: IDRA Desalination & Reuse Handbook 2025-2026 / GWI DesalData. Elaborado por Redacción El Acuífero.

El año 2025 se perfila como un periodo histórico para la industria del agua a nivel mundial y posiciona a la desalinización y el reúso como las únicas soluciones escalables frente a la crisis hídrica exacerbada por el cambio climático. Según los datos oficiales presentados en el IDRA Desalination & Reuse Handbook 2025-2026, elaborado en colaboración con GWI, el mercado global está experimentando una actividad récord con una capacidad contratada que superará los 5,5 millones de metros cúbicos diarios al cierre del año. Dentro de este panorama de crecimiento acelerado, América Latina comienza a consolidarse como un mercado emergente vital que, aunque mantiene un perfil más discreto en comparación con los gigantes de Oriente Medio, muestra un dinamismo sostenido impulsado por la necesidad industrial y la urgencia de diversificar las fuentes de suministro ante sequías cada vez más prolongadas.

La región ha experimentado un crecimiento gradual pero consistente con la adjudicación de 220.000 metros cúbicos diarios de nueva capacidad en el último periodo. El informe destaca que, si bien muchos proyectos son de mediana escala, existen iniciativas transformadoras en el horizonte que prometen cambiar la escala del sector latinoamericano. Chile continúa liderando la marcha con la minería como motor principal, ejemplificado por el proyecto Aguas Marítimas que contempla una inversión de 5.000 millones de dólares. Por su parte, México sigue siendo un actor clave con la esperada relicitación del proyecto Rosarito y el funcionamiento de grandes infraestructuras de reúso como la planta de Atotonilco. A esto se suma Brasil, que emerge con fuerza mediante iniciativas innovadoras como el centro de hidrógeno verde en Fortaleza, respaldado por financiamiento internacional, lo que evidencia cómo la región está integrando el agua en sus estrategias de transición energética y sostenibilidad económica.

Desafíos estructurales y el impulso de la banca multilateral

A pesar del evidente potencial, el mercado latinoamericano enfrenta retos estructurales que han ralentizado el despliegue de grandes infraestructuras. El IDRA Handbook señala situaciones complejas como la cancelación previa de proyectos en México que ahora buscan una segunda vida. Sin embargo, el panorama financiero está mostrando señales robustas de cambio. Una de las noticias más alentadoras para el desarrollo de infraestructuras en la región es el compromiso del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), que ha duplicado su objetivo de inversión en economía azul hasta alcanzar los 2.500 millones de dólares para 2030. Este flujo de capital es fundamental para mitigar los riesgos percibidos por los contratistas internacionales y fomentar la participación del sector privado, el cual es indispensable para cerrar la brecha hídrica.

El documento subraya que la participación privada en la financiación de proyectos ha aumentado globalmente al 39% desde 2019, una tendencia que América Latina necesita capitalizar mediante modelos de Asociación Público-Privada más estandarizados y seguros. La región posee una capacidad instalada de reúso de 9,4 millones de metros cúbicos diarios, centrada principalmente en la agricultura y la industria, pero el salto hacia el reúso potable y la desalinización a gran escala municipal dependerá de la capacidad de los gobiernos para ofrecer garantías y estabilidad a largo plazo a los inversores.

Un nuevo ciclo político como catalizador de inversiones

De cara al próximo año, las perspectivas para América Latina podrían mejorar sustancialmente gracias a una reconfiguración del entorno regulatorio y político. La región se encuentra en un momento crucial donde los ciclos electorales y los cambios de administración en varios países clave como Chile ofrecen una ventana de oportunidad única para situar la seguridad hídrica en el centro de la agenda pública. Los candidatos y nuevos gobiernos tienen ante sí el reto y la oportunidad de modernizar los marcos normativos que históricamente han actuado como cuellos de botella para proyectos de gran envergadura. La voluntad política será determinante para desbloquear licitaciones estancadas y fomentar un clima de inversión transparente.

Se espera que las nuevas administraciones impulsen reformas regulatorias que favorezcan la seguridad jurídica y faciliten la entrada de desarrolladores internacionales, alineándose con las exigencias de sostenibilidad y eficiencia. Si los líderes políticos logran armonizar las necesidades sociales con marcos de inversión atractivos, el próximo año podría marcar el punto de inflexión donde los proyectos que hoy están en papel se transformen en la infraestructura crítica que la región demanda.

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