Más de un millón de latinoamericanos beben agua de mar desalinizada
Planta Desaladora Norte abastece la totalidad de las necesidades potables de la capital de Antofagasta en Chile.
El primer número de El Acuífero inicia con un tema que, lejos de ser futurista, se ha convertido en una solución concreta para la adaptación a la escasez de agua y la sequía. La desalinización de agua de mar es una tecnología que sigue ganando terreno para dar de beber a millones de latinoamericanos que habitan zonas costeras donde las fuentes convencionales ya no dan garantía de abastecimiento.
Desde El Acuífero, un medio independiente que nace con la vocación de explicar, investigar y visibilizar las tecnologías del agua, queremos invitar a la ciudadanía y a los profesionales del sector a formar parte de una comunidad informada, capaz de entender los desafíos y oportunidades que enfrentamos. Empezamos, entonces, por un proceso imprescindible para el presente hídrico de nuestra región: la desalinización.
¿Qué es la desalinización?
La desalinización es el proceso de convertir agua salada —generalmente del mar— en agua apta para el consumo humano, agrícola o industrial. Aunque existen distintas tecnologías, la más extendida en el mundo y en América Latina es la ósmosis inversa, un método que consiste en hacer pasar el agua salada por una membrana semipermeable que retiene las sales y deja pasar únicamente el agua pura.
Gracias a los avances técnicos y la incorporación de energías renovables, la desalinización hoy es más eficiente y sostenible que nunca. Hace cincuenta años se requerían 55 kilovatios hora para desalinizar un metro cúbico de agua. Hoy, las plantas modernas operan con consumos promedio entre 3 y 4 kWh/m³.
¿Cuántos latinoamericanos beben agua desalinizada?
Haciendo un conteo de las plantas que operan en la actualidad, se puede estimar que alrededor de un millón de personas en América Latina dependen actualmente del agua desalinizada para cubrir sus necesidades diarias. Esta cifra crece año a año, impulsada por la escasez y la reducción de los costos de la solución.
Chile es el país con mayor desarrollo en esta área y Antofagasta se ha convertido en la primera ciudad del continente con más de 500 mil habitantes en abastecerse al 100% con agua desalinizada, gracias a la Planta Desaladora Norte, alimentada en su totalidad con energía eólica y solar. También destacan otros casos como Tocopilla (Chile), Caleta Olivia y Puerto Deseado (Argentina), donde el océano ya es fuente cotidiana de vida.
¿Cuál es la capacidad instalada de desalinización en la región?
América Latina cuenta con una capacidad instalada de más de 2,5 millones de metros cúbicos diarios de agua desalinizada. Este volumen se destina, en su mayoría, al sector industrial —principalmente la minería—, pero crecen los proyectos destinados al abastecimiento humano.
Entre los principales países con infraestructura en operación o desarrollo destacan:
Chile, con más de 20 proyectos en construcción o planificación. El más ambicioso es Aguas Pacífico, con una capacidad de mil litros por segundo, destinado a usos mineros, agrícolas y urbanos.
México, con iniciativas como la planta de Rosarito, proyectada para abastecer a más de 750.000 personas en Baja California, y la de Los Cabos, una de las primeras en operar con energía solar y almacenamiento en baterías.
Perú, con el proyecto Servicios de Agua Potable Mediante Desalación de Agua de Mar en el Área Urbana de la Provincia de Ilo – Desaladora Ilo – es una iniciativa de 170 millones de dólares.
¿Quiénes son los principales clientes?
Actualmente, la minería sigue siendo el principal cliente de las plantas desalinizadoras, sobre todo en Chile y Perú, donde las faenas se encuentran en zonas áridas y elevadas, lejos de los recursos hídricos convencionales. Sin embargo, el modelo multipropósito gana terreno, impulsado por políticas públicas, necesidades de abastecimiento urbano y la creciente presión sobre acuíferos sobreexplotados.
La tendencia regional es clara: más proyectos, más actores, más inversión y más personas beneficiadas. Y es aquí donde El Acuífero quiere estarç.