El reúso de agua y sus aplicaciones en América Latina
Aquapolo, foto cortesía GS Inima Brasil.
No existe una gestión hídrica responsable sin reúso de agua. Esta tendencia, cada vez más presente y necesaria en América Latina, cumple la doble función de evitar la degradación medioambiental por el vuelco de agua residual y aumentar la disponibilidad del recurso al tratarlo para su nuevo uso. En este especial de El Acuífero te invitamos a conocer más de esta práctica y sus casos de éxito en la región.
América Latina, región que alberga cerca del 30 % de las reservas hídricas globales, también enfrenta una paradoja la gran paradoja de que vastos volúmenes de agua dulce conviven con zonas de aguda escasez, degradación ambiental y baja cobertura de saneamiento. Se estima que más de 170 millones de personas en la región carecen de acceso a servicios de saneamiento gestionados de forma segura, y anualmente se descargan más de 15.000 millones de metros cúbicos de aguas residuales sin tratamiento en los sistemas acuáticos, lo que trae consigo contaminación y desperdicio de un recurso valioso.
Es así que la reutilización de aguas residuales emerge como una obligación para la región. La Organización de las Naciones Unidas, en su Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos de 2017, enfatizó que “las aguas residuales son un recurso sin explotar”. No obstante el llamado de los organismos multilaterales al aprovechamiento de los efluentes, el paradigma sobre el agua usada como un desecho persiste.
El reúso del agua permite cerrar el ciclo urbano del agua, incrementar la eficiencia del recurso y reducir la carga contaminante sobre cuerpos receptores. Además, mitiga conflictos por la asignación sectorial del agua y reduce la dependencia de fuentes convencionales.
Los datos más recientes del BID y la CEPAL estiman que América Latina genera aproximadamente 250.000 millones de metros cúbicos de aguas residuales por año, de los cuales menos del 30 % es tratado con niveles adecuados. Este déficit de tratamiento representa una amenaza directa a la salud pública, la biodiversidad acuática y la resiliencia climática urbana, pero también una oportunidad técnica y económica porque cada metro cúbico no tratado equivale a un recurso hídrico desaprovechado.
Las aplicaciones del reúso son múltiples y todas han sido con casos de éxito que dan cuenta de la seguridad de su práctica. Entre ellas es posible mencionar el riego agrícola, procesos industriales, recarga de acuíferos, conservación paisajística, uso recreativo, limpieza vial e incluso abastecimiento potable directo e indirecto, dependiendo del grado de tratamiento. La incorporación de tecnologías como biorreactores de membranas (MBR), ósmosis inversa, oxidación avanzada y desinfección UV permite garantizar una calidad del agua superior a la potable embotellada y libre de contaminantes emergentes.
En consecuencia, la falta de programas de reciclaje de agua pueden verse como una deficiencia estructural de planificación hídrica y como una desidia grave en cualquiera de los niveles de gobierno donde se omita.
A continuación, se presentan tres experiencias paradigmáticas en la región que demuestran la madurez técnica y viabilidad operativa del reúso en escalas agrícola, urbana e industrial.
1. Agrokasa – Perú
Reúso agrícola en contextos de sobreexplotación acuífera
En el valle de Ica, donde la recarga hídrica es inferior al 10 % de la extracción anual, la agroexportadora Agrokasa ha desarrollado un sistema de reúso de aguas residuales urbanas para riego de cultivos de alto valor económico (vid, espárrago, arándano). El corazón del tratamiento está compuesto por biorreactor de membranas (MBR) que garantiza y supera parámetros compatibles con los estándares de las autoridades peruanas y las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con una producción superior a los 20.000 m³ diarios, esta estrategia ha permitido reducir la presión sobre las fuentes locales, aumentar el área de cultivo y reducir la contaminación que enfermaba a las comunidades adyacentes.
2. Agua y Drenaje de Monterrey – México
La vanguardia del Reúso Potable Indirecto
La ciudad de Monterrey, situada en el semidesierto del noreste mexicano, ha institucionalizado el reúso a través de una red pública gestionada por Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM). Este sistema procesa y redistribuye más de 1.700 litros por segundo de agua residual tratada, empleada en enfriamiento industrial, riego de espacios públicos, recarga de acuíferos y cuerpos de agua artificiales.
Más del 30 % de la demanda hídrica industrial es cubierta por agua regenerada, lo que permite reasignar volúmenes de agua superficial y subterránea hacia el consumo doméstico. Además, durante la emergencia hídrica de 2022, el sistema de reúso aseguró la continuidad de servicios críticos y evitó restricciones más severas.
Adicionalmente, la institución informa que está en planeación de un proyecto de reúso potable indirecto, el cual se posiciona como una de las iniciativas municipales más vanguardistas de México y América Latina. El mismo es sustentado en los trabajos del Fondo Ambiental Metropolitano de Monterrey (FAMM), y autorizado por el Consejo de Administración de Agua y Drenaje, que permitirá incorporar un caudal adicional de 2.4 m3/s al sistema de distribución.
Existen dos tipos de reutilización de agua potable: Reutilización potable indirecta: Se utiliza una reserva ambiental, como un lago, un río o un acuífero subterráneo, antes de que el agua sea tratada en una planta de tratamiento de agua potable. Reutilización potable directa: Implica el tratamiento y la distribución de agua sin una reserva ambiental.
3. Aquapolo Ambiental – Brasil
Reúso industrial de alta escala con gobernanza público-privada
En el área metropolitana de São Paulo, el consorcio Aquapolo Ambiental, formado por SABESP y BRK Ambiental, gestiona uno de los sistemas de reúso de agua más grandes del hemisferio sur. Con una capacidad instalada de 1.000 litros por segundo (equivalente a 86.400 m³/día), la planta produce agua regenerada para abastecer el complejo petroquímico de de la región ABC.
El proceso incluye ultrafiltración y ósmosis inversa para alcanzaR parámetros de calidad estables y verificados mediante monitoreo continuo. Además, su modelo de gestión contractual, con horizonte a largo plazo y garantías de retorno, ha sido destacado como caso de éxito en asociaciones público-privadas en el sector agua.
Este proyecto demuestra que el reúso industrial puede implementarse a gran escala sin comprometer la seguridad operativa, y ofrece un marco de referencia para iniciativas similares en entornos metropolitanos con demanda industrial elevada.
En tiempos de crisis climática, variabilidad hidrológica y transformación energética, América Latina necesita avanzar hacia matrices hídricas diversificadas, resilientes y socialmente legitimadas. Incorporar el reúso como política de Estado y como cultura de gestión es un paso indispensable en ese proceso.
Desde El Acuífero, nos comprometemos a seguir visibilizando estos procesos, apoyando su replicabilidad y promoviendo una conversación informada, rigurosa y regional sobre el futuro del agua.